Nicolás Maduro,Presidente de Venezuela
Confieso que antes iniciar la presente nota , busqué todas las posibles razones para las desafortunadas declaraciones contra la República Dominicana del presidente Venezolano Nicolás Maduro. Revisé el contexto de las mismas, las intejecciones utilizadas ,el lenguaje del cuerpo, la forma en que la pregunta sobre el actual diferendo de los dominicanos con Haiti fue realizada, e incluso las posibles motivaciones de causas internas en Venezuela que le provocaron decir que "quien se meta con Haití se metió con el pueblo venezolano",en clara alusión a los dominicanos.
Se equivocó Nicolás Maduro al intentar amenazar a la República Dominicana exigiéndole al Estado quisqueyano aceptar la invasión pacífica haitiana como primer paso para la destrucción de la nacionalidad que pueda eventualmente y bajo tutelaje de las grandes potencias internacionales, promover una fusión entre ambas partes de la isla .
Es cierto que la República Dominicana pertenece a Petrocaribe y es también cierto que ese acuerdo posibilita la compra(no el regalo ) de hidrocarburos que por sus favorables condiciones posibilitan al Estado domincano, lo mismo que a otros paises ,destinar recursos que en otras circunstancias deberían dedicarse a compra de petróleo,a la inversion en áreas sociales y estructuras necesarias para avanzar hacia el desarrollo, pero lo anterior dicho no justifica bajo ninguna circunstancias las imposiciones de reglas ni condicionar servilismo ni genuflexión ciega hacia el presidente Nicolás Maduro,mucho menos en casos que atañen a la soberanía e independencia del pueblo dominicano.
Las aseveraciones de Maduro no dejan margen a dudas :"Nosotros somos hermanos incondicionales del pueblo de Haití, y el que se meta con el pueblo de Haití se metió con el pueblo venezolano. Son nuestros hermanos mayores, son nuestros queridos hermanos" en otras palabras, la mediación de Venezuela en la búsqueda de solución a la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional dominicano que niega la nacionalidad a hijos de indocumentados , ya ha sido contaminada con ese yerro de Nicolás Maduro, que yo atribuyo a un desconocimiento de la actual situación dominicana con respecto al caso concreto de los haitianos en el país.
Es muy probable que una vez le informen el enorme malestar que en el pueblo dominicano han causado sus declaraciones ,Maduro solicite reportes imparciales de su embajada y amigos en el país, que le ayudarán a entender el apoyo casi total de los dominicanos a la sentencia 168/13 permitiéndole sino rectificar las desacertadas declaraciones ,al menos producirle una aproximación al panorama general .
Conocida ya las posturas de los supuestos árbitros de la Comunidad del Caribe (Caricom) La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ahora de Venezuela de parcialidad con Haiti es necesario que el Estado dominicano valore si vale la pena asistir una reunón entre comisiones de Haiti y República Dominicana en donde el final ya está preestablecido,de la misma forma que estuvo preestablecido el resultado de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los amigos, familiares , socios o partícipes en una comunidad o negocio sea local, nacional o internacional deben entender que pese a esa amistad, familiaridad ,fraternidad o negocio hay ciertos límites que deben ser respetados, y cuando esos límites son trangredidos es preciso señalarlos claramente,como el caso que nos ocupa, sin que ello signifique el resquebrajamiento decisivo en esa amistad, familiaridad,apoyo o sociedad sino que incluso puede darse una renovación y fortalecimiento de la misma sobre las firmes bases del respeto muto.El respeto al derecho ajeno es la paz.
Pero mantener silencio es inaceptable e indigno, no olvidemos jamás que quien calla otorga.
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